(11)Temor

Pintura de Marianne von Werefkin, Phantastische Nacht (1917)

Una emoción incómoda

El temor es una poderosa fuerza emocional que surge de la incertidumbre, la sospecha y la percepción de amenaza. Sigmund Freud lo definía como una retirada ante el peligro. Se trata de una respuesta primaria arraigada en nuestra naturaleza, capaz de desencadenar reacciones físicas y mentales intensas. El temor puede estar relacionado con eventos reales, presentes o anticipación de peligros futuros, incluso imaginarios. En todos los casos, puede manifestarse con diferentes intensidades, desde una leve inquietud hasta una abrumadora sensación de pánico.

La palabra temor proviene del latín 'timor', que significa miedo o espanto. Sentir temor es intrínseco a la experiencia humana. A veces puede ser perturbador e incluso paralizante, pero también puede ser una fuente de cuidado, autoconservación, crecimiento personal y desarrollo creativo. Se considera como un catalizador para la reflexión y la autoconciencia, enfrentándonos a nuestras limitaciones y fragilidades, y explorando nuestras emociones más profundas.

Visto así, el temor se convierte en un inmenso telar de posibilidades que desafía nuestra zona de confort, estimula la creatividad, promueve el desarrollo y el aprendizaje, e inspira, en muchas ocasiones, transformaciones internas significativas. Abrazarlo y reconocer su presencia en nuestras vidas abre la oportunidad de equilibrar el cuidado con la posibilidad de impulsarnos hacia el futuro.

Imagen de portada: Pintura de Marianne von Werefkin, Phantastische Nacht (1917)

Una cita

Te digo lo que es la libertad para mí: no tener miedo
Nina SimoneVíctima de mi hechizo, memorias de Nina Simone

Un libro

MISTERIOS – al otro lado del río

Por Niels Rivas

Director de Docencia y del programa CORE, UAI

"En sus páginas lo aterrador exhibe una atractiva cualidad, que alimenta su capacidad perturbadora. Brujería, espectros, entes malignos y cultos paganos irrumpen en varios de sus relatos como una proyección natural de la marginalidad y la miseria de la civilización".

Cuando Dante en “La divina comedia” desciende a los infiernos y habla con los muertos, a quienes ve padecer horribles tormentos, sabemos que se trata de una creación poética: los castigos espeluznantes que sufren los herejes o los traidores no pertenecen al mundo humano. Sin embargo, cuando el horror se sitúa en una realidad similar en todo a la nuestra, la historia es muy distinta. Entonces es nuestro mundo el que resulta interpelado. Los maestros del género fantástico -con Poe y Cortázar a la cabeza- han sabido usar muy bien este recurso para intensificar el efecto perturbador de sus relatos. En sus páginas, la irrupción de fuerzas desconocidas o malignas parece estar al alcance de la mano: en una casa vecina, en un parque que podría ser cualquier parque, en una habitación que podría ser la nuestra.

Los relatos que conforman “Las cosas que perdimos en el fuego”, de la escritora argentina Mariana Enríquez, siguen al pie de la letra este principio. Aunque sería injusto considerar a Enríquez como una mera continuadora de la tradición que nos ofrece la literatura fantástica. Recoge lo mejor de ella sin duda, pero al mismo tiempo es capaz de darle una vuelta de tuerca al género. En sus páginas lo aterrador exhibe una atractiva cualidad, que alimenta su capacidad perturbadora. Brujería, espectros, entes malignos y cultos paganos irrumpen en varios de sus relatos como una proyección natural de la marginalidad y la miseria de la civilización. No se trata de fuerzas externas o invasoras: son constitutivas de la realidad. Simplemente están ocultas en el patio trasero de las ciudades, en las zonas abandonadas, al otro lado del río o de la estación de trenes, “allá atrás”, como dice uno de los personajes de “El chico sucio”, uno de sus cuentos mejor logrados. Basta que se abra una fisura, que se genere algún tipo de puente, para que emerjan y desestabilicen brutalmente la realidad de este lado, el mundo cotidiano y visible, suavizado por las certezas -frágiles, claro está- que nos brinda la racionalidad y la civilización.

Otra marca singular de Enríquez viene dada por la conjunción del terror con un realismo sucio al estilo Carver. Una buena mezcla, sin duda. Padres alcohólicos, relaciones de pareja gastadas por la rutina y el desprecio, cuentas impagas, pastillas para dormir, adicciones: ¿podría haber un territorio más fértil para la locura y la crueldad? Si a esto se añade la predilección de Enríquez por lo monstruoso, el resultado es doblemente perturbador. Niños deformes, mujeres quemadas en un pesadillesco y extremo acto de justicia, adefesios y “bichos incompletos” circulan en sus relatos revelando la contracara de la realidad comúnmente aceptada, el reverso inquietante que alberga en sí todo orden social y cultural. ¿Qué más podríamos pedirle a una buena historia de terror?

Las cosas que perdimos en el fuego
Las cosas que perdimos en el fuego
Mariana Enríquez
Anagrama
2016 | 200 páginas
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Un podcast

ENTENDER EL MIEDO

Por Jesús Diamantino

Director del Departamento de Expresión y académico, Facultad de Artes Liberales, UAI

Duración 4 min.

¿Cómo entendemos el miedo? ¿Es un sentimiento material o una construcción lingüística que se adapta a distintos contextos, épocas y circunstancias? El miedo, probablemente, fue el primer vínculo emocional con lo divino. El temor ante la ira de los dioses definió los parámetros éticos y morales del ser humano.

Una obra

EL DOLOR EN EL ARTE

Una obra

Después de pintar "Judith decapitando a Holofernes" (inspirado en la obra de Caravaggio, Judith y Holofernes), la artista italiana Artemisia Gentileschi, hija del pintor Orazio Gentileschi, creó una de sus obras más extraordinarias: "Judith y su doncella". En la escena, la heroína bíblica Judith sostiene una espada con la que ha decapitado al general asirio mientras dormía. A su lado, su doncella Abra sostiene una cesta con la cabeza de Holofernes. Artemisia se autorretrató en Judith, una mujer fuerte y orgullosa, lo que cobra sentido al conocer la vida de la artista.

En 1611, con 18 años, Artemisia fue violada en el taller de su padre por un alumno llamado Agostino Tassi (quien fue declarado culpable al año siguiente). A raíz de esta experiencia dolorosa, la artista creó una obra dramática con rasgos feministas, escenas impactantes que provocan intriga y temor. A pesar de la resistencia inicial por parte de los artistas más importantes de Italia en esa época, Artemisia logró ganarse el respeto, prestigio y fama, convirtiéndose en la primera mujer admitida en la Academia de las Artes del Dibujo de Italia.

Hoy en día, es considerada una de las artistas barrocas más importantes en la historia de la pintura. Destaca su trabajo adelantado en temas feministas, lo que evidencia su admirable coraje artístico.

Nombre obra
Giuditta e la sua ancella
Estilo artístico
Barroco
Autor
Artemisia Gentileschi
Fecha de creación
1618 - 1619
Técnica
Óleo
Dimensiones físicas
114 cms x 93,5 cms
Ubicación
Palacio Pitti, Florencia
Derechos
Palacio Pitti, Florencia

Un mix

Mundos inquietantes

Libro

Fobias y más fobias

Criada entre Inglaterra, Japón y Chile, Kate Summerscale, la premiada escritora y periodista (galardonada con el premio Samuel Johnson de no ficción y Somerset Maugham en 1998), se destacó por sus trabajos en The Independent y Daily Telegraph, donde llegó a ser editora literaria. Entre sus libros más conocidos se encuentran The Suspicions of Mr Whicher or The Murder at Road Hill House (inspirado en un crimen real cometido por Constance Kent) y el superventas The Queen of Whale Cay.

Su última publicación, "Atlas de las fobias y las manías: 99 obsesiones para comprenderte a ti y a quienes te rodean", es un libro fascinante en el que profundiza en distintas manías y fobias que nos dan forma como individuos y como sociedad. Para Summerscale, estas son una manera de rastrear nuestro pasado común. Desde la Edad Media hasta la actualidad, la británica explora diferentes casos de estudio, abarcando un riquísimo y llamativo universo de 99 fobias y manías.

Ver libro
Series

Un tenebroso legado

Hace 32 años se estrenó en todo EE.UU. la inquietante serie Twin Peaks. El origen estuvo en las manos del director de cine David Lynch y el guionista Mark Frost. Transmitida por la cadena ABC, durante 29 episodios, Twin Peaks mantuvo a todo EE.UU. pendiente e intrigado por conocer al autor del misterioso asesinato de Laura Palmer.

La serie tuvo dos temporadas posteriores, pero fue la primera la que marcó un hito para las producciones televisivas posteriores que se adentraron en el oscuro mundo de los crímenes y el misterio. Un ejemplo de ello es la alemana Dark, que trata sobre viajes en el tiempo y sus implicancias en la psicología humana a través de la desaparición de un niño, lo que la convierte en una excelente serie.

Por otro lado, Black Mirror, una serie británica creada por Charlie Brooker, propone diferentes historias distópicas llenas de miedo y angustia que muestran de manera innovadora los peligros de la relación del ser humano con las nuevas tecnologías.

Ver trailer Black Mirror
Ted Talk

¿Cuál miedo elegimos?

La destacada novelista estadounidense Karen Thomson Walker, autora de "La edad de los milagros", nos presenta una interesante charla TED donde logra algo nada fácil: mostrarnos la utilidad de nuestros temores en la vida cotidiana. Su perspectiva sobre los miedos en el ser humano es original: funcionan de manera similar a las historias, y nuestra relación con ellos está influenciada en gran medida por nuestras creencias y fantasías. Citando a autores y novelas fundamentales, Thomson estructura una charla inolvidable y sumamente didáctica que vale la pena ver con atención.

Ver charla

Una conversación remota

UN ARMA DE DOBLE FILO

Duración 22 min.

Juan Pablo Abalo

Editor revista RAL y académico, Facultad de Artes Liberales, UAI

Vicente Undurraga

Licenciado en literatura y editor en Penguin Random House

El temor puede producir movimientos contrarios y consecutivos con la misma intensidad; paralizar y movilizar. Esta característica, así como una reflexión detenida sobre los temores que dependen de nosotros y los que no, motivaron al escritor Vicente Undurraga a desarrollar un ensayo dedicado a este sentimiento en su reciente libro “Todo puede ser”.

Un playlist

EL SONIDO DE LA OSCURIDAD

Bernard Herrmann (compositor que colaboró estrechamente con Orson Welles y Alfred Hitchcock), pensaba que la música "ambientaba" el drama y el temor como ningún otro arte. Y es que la capacidad de los sonidos de remitirnos a lo desconocido, al misterio, a lo que no vemos pero percibimos es inigualable. Se trata de su enorme capacidad de transmitir todo tipo de emociones, y el temor, el miedo, la sospecha y la oscuridad son parte de la experiencia completa de la vida.